Somos los villanos del nuevo oeste
mirad mi pistola
me deshice con ella la cara
la saliva que hierve sobre el desierto de mi boca

no pasarás
grité frente al reflejo
y vedme aquí
lavando la conciencia perdida con mudas palabras de rodillas

pum pum la vida
ha salido la bala del destino
me alcanzaré para siempre
somos el hombre que muere contra su propia mirada
el puño que aprieta la bala y los dientes

la noche se aproxima mirando
colibrí rojo de sien inolvidable


ahora ya
me pongo de pie
y camino hacia un horizonte
sin ruidos ni demoras.


Miguel Olmedo Valle. Escritor nocturno, le molesta la condición humana e inhumana.