Canadienses

I

No he volteado a ver esta ciudad

Mis manos se arrugan

al son de la sangre que corre

entre mis piernas

Veo viajantes y quiero ver

tus ojos

Morderte la piocha

lamer tu barba

Veo lentes y garras

y cosas que antes me importaban

Antes que baje los ojos y olvide tu rostro

para beberme el sabor nuestro

Ya no eres tuyo

no puedo recordarte

Soy todo olvido

toda cuestión de ti

que temes mencionar

por incómoda y necesaria

II

He envejecido

hay cosas que disfruto más

Como el recordarte al son de la lluvia

como estar sentada a la sombra

en lugar de correr hacia la gente

como el besarte y abrazarte

en lugar de cualquier cosa

como ver gaviotas y gente

y no ser ellas

Disfruto escuchar y sentir

aire helado y brisa

III

Sabía que quería leer a Ángel en las cataratas

Vinieron gratis las mariposas

Gratis los ruiseñores y las gaviotas

Gratis también el piar y el canto

Aquí nadie busca oferta ni barata

ni menos azul el cielo

ver volar y no al dinero

Son de pobre

ir de paso por la vida

y no detenerse en el verde de los árboles

pero sí en el de los dólares

IV

La gente ya no escribe

o escribe poco

o con un propósito

inmediato

Escribe en máquinas

para máquinas

En un amor autómata y resignado

las tintas no corren

Se traban

con música en el Hilton y conexiones de Wifi

¿Quién piensa en el hambre o en las letras?

V

Tú y yo deberíamos andar este muelle

tú y yo deberíamos tomarnos de la mano

y nadar río arriba

hasta morir

Tú y yo deberíamos sentir descalzos esta madera

ver el castillo

besarnos las manos

Tú y yo deberíamos hacer vida como espuma

y marea y olas

De ese mar que empuja por más de mil kilómetros

Tú y yo

de un trópico y otro

Navegar

Navegando

Olores y fuertes

VI

No sé los nombres de todos los castillos

pero entiendo que tú eres

ese barco y el otro

Entiendo que eres el viento y la brisa

VII

Parece que no quieres que yo te quiera

y yo quiero ser tu casa

tu cena

tus hijos

Yo quiero ser tu pesca

y tu mesa

Me has enseñado que igual

soy aunque no estés

Debí aprenderlo antes

y no a los 33

VIII

El viento freso me recuerda tus brazos

que deben estar aquí

a orillas del San Lorenzo


Yuliana Valle (Colima, México, 1983). Es Licenciada en Letras y Periodismo por la Universidad de Colima, ha participado en diversos Congresos Nacionales e Internacionales, entre los que los que destacan:  el “Segundo Encuentro de Literatura Hispanoamericana en honor a Gabriela Mistral”, el “Primer Encuentro de Literatura Hispanoamericana Centenario del natalicio de Alejo Carpentier”(Tlaxcala, México. 05-2004 y 05- 2005), el “Segundo Congreso Internacional Alexander Vohn Humboldt”(Michoacán de Ocampo. 08-2003) y  el Simposio Internacional de Comunicación Social,  Cuba, Santiago de Cuba (01-2005).

De su labor como poeta destacan el poemario De Rosa y Gris, editado por el Gobierno del Estado de Colima,  aparece  en “Los mejores poemas mexicanos” edición 2005.- selección de Francisco Hernández, Fundación para las Letras Mexicanas y Joaquín Mortíz y en el “Anuario de Poesía Mexicana 2005” del  Fondo de Cultura Económica. Sus poemas han aparecido en los periódicos y revistas nacionales.