Tercer poema

 

Abajo, la muchacha rubia,

solemne como un mártir,

dice mi nombre diminuto en alta voz;

arriba, yo, con mi estruendosa soledad.

Hace mucho dejé de ser visible y seguro.

 

La muchacha sabe que estoy arriba

despeñándome contra los recuerdos de otra,

pero insiste perpetuamente en gritar mi nombre.

 

No sé para qué llama desde abajo;

no puedo darle un mañana con soles,

mi espíritu salió con rapidez de mi huesos,

mi frente se rompió,

también se rompieron las esperanzas.

 

 

¿Por qué la escucho?,

es formidable escucharla, pero,

¿por qué la escucho?

 

Yo, que desde arriba he mirado de frente

el rostro del inseguro

y anduve cauteloso este camino, y ella,

ella sigue abajo, siempre abajo:

Pobre muchacha, cree que estoy vivo.

 


Rolando Reyes López (Cuba). Miembro del Taller Literario “Placido Valdez. Ha publicado en la revista Innombrable, de Colombia; Quimera, de Costa Rica; Elipsis y en diversas antologías. Su poesía fue premiada en el XII Certamen Poético “Luna Azul” de 2015 en Zaragoza, España.